Dibujar para mí es una necesidad instintiva, primaria, una respuesta motora espontánea.
Todo lo que dibujo tiene su origen en el mismo soporte: el cuaderno, donde prima lo inmediato y lo impremeditado, lo que te permite jugar creando y no juzgar analizando.
Es el espacio para pasar del garabato al apunte y de este al boceto.
El cuaderno es un reto permanente. Ante situaciones difíciles, ejerce como un escudo protector, nos protege y nos saca de apuros.
El cuaderno de viaje
Reflejo de lo que vemos, es el catalizador de nuestra percepción.
Viajar con un cuaderno te permite conocer, aprender y descubrir.
Ibiza, 2011
Cuenca, 2010
De Sevilla a Marrakech, 2016
Dibujar desde el tren
La ventanilla del tren es un incentivo para dibujar, te muestra una faceta distinta de paisaje, una perspectiva nueva, donde todo está en movimiento, un horizonte cambiante que hace fluir la línea sobre el papel.
Dibujar en el tren es enTRENarte en el ejercicio del dibujo rápido, intuitivo e impremeditado.
La ventanilla del tren se convierte en viñeta y el viaje, en historieta.